El mundo de la belleza y la medicina estética ha aumentado su demanda en los últimos tiempos de forma considerable. Además de sentirnos sanos de cuerpo y mente, también necesitamos disfrutar de un físico armonioso y equilibrado, aspecto que nos ayude a encontrar la plenitud de la existencia.
Sin embargo, y conjuntamente con estas nuevas necesidades, también han aumentado las clínicas y profesionales no cualificados que no ofrecen ninguna garantía médica. Intrusos que han venido a ocupar un espacio que requiere algo más que una somera dedicación. No debemos olvidar que cualquier manipulación en nuestro organismo, aunque sea superficial, debe ser realizada por profesionales especialmente preparados para ello.
La medicina no es juego, ni tampoco un trato económico o comercial cuyo eje principal sea el dinero. De ahí que sea necesario advertir de las graves consecuencias que pueden originar los tratamientos Low Cost o las promociones estrella que ofrecen descuentos desorbitados como en las celebraciones de Black Friday. Pero, ¿cuáles son esos problemas que llevan asociadas estas promociones imposibles?
La medicina estética no es un juego
La medicina, siempre avanzando y superando nuevos retos, nos ofrece la oportunidad de conseguir todo, o casi todo, que podamos desear. Una medicina de calidad, que se nutre de buenos profesionales, formados y entregados a su trabajo, y con el compromiso firme de ser rigurosos y precisos. No olvidemos que aunque se trate de medicina estética, a veces manejada con cierta frivolidad, estamos hablando de salud. Una salud que puede entrar en peligro cuando la tratamos como un mero capricho pasajero o un negocio superficial y banal, y mucho más si se reduce a un trato comercial en el que lo más importante es el dinero.
Cuando hablamos de salud y seguridad en cualquier tratamiento, y en especial los estéticos, no existen promociones ni descuentos. Desconfía siempre de esas ofertas de humo que solo pueden ofrecer una infinidad de riesgos con un alto precio, y no económico.
Aprovechando la cercanía del Black Friday, desde la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) nos advierten que cualquier tipo de rebajas, descuentos o promociones son totalmente inadmisibles dentro del código deontológico de la profesión médica. El único objetivo es atraer clientes ofreciendo un bajo coste. Este ahorro va en detrimento de los tratamientos utilizados, tanto en los productos como en las prácticas no profesionales. Según los datos que maneja la SEME. solo el año pasado se procesaron más de 180 denuncias por malas actuaciones en este terreno.
El intrusismo profesional, el gran culpable

Según los últimos cálculos, en España existen unos 9.000 médicos estéticos y plásticos que no tienen ningún tipo de titulación y que están realizando tratamientos estéticos en centros o clínicas que no tienen ninguna homologación. Generalmente se anuncian por las redes con promociones y precios excepcionales con el fin de atraer al mayor número de clientes.
Las liposucciones y el aumento de pecho son las operaciones más demandadas y, por lo tanto, las que más sufren el intrusismo en este terreno. Esto suele desembocar en graves secuelas que los pacientes intentan solucionar en siguientes intervenciones, aunque esta vez sí buscan centros profesionales donde, de algún modo, puedan reparar la mala praxis realizada en el Low Cost. Sin embargo, no siempre es sencillo devolver al paciente el aspecto y la salud anterior, en muchos casos quedan graves secuelas imposibles de eliminar.
Productos no autorizados y sin garantía
Es otro de los grandes pilares que utilizan las clínicas no profesionales de medicina estética. Al tratarse de productos ilegales, no probados científicamente y sin calidad reconocida, el coste puede ser más económico, de ahí que surjan esas excéntricas promociones.
¿Dónde acudir para cualquier tratamiento de medicina estética?
Una vez hemos tomado la decisión de realizar cualquier tratamiento que implique un retoque estético o plástico, incluso aunque sea leve, debemos buscar el lugar adecuado.
Lo primero es asegurarnos que los profesionales que nos van a atender son médicos especialistas en medicina estética y poseen su título homologado por el Ministerio de Sanidad de nuestro país. Se debe tener cuidado con esos otros títulos que circulan, de forma ilegal, y en los que aparecen especialidades que no existen como: cirujano cosmético, cirujano plástico facial o cirujano oculoplástico.
Asegurarse que la clínica está asociada en alguno de los grandes grupos de asociaciones de medicina estética y plástica como son: AECEP (Asociación Española de Cirugía Estética Plástica), SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética) y SEME (Sociedad Española de Medicina Estética).
La clínica debe estar equipada con todo el instrumental necesario, así como salas de reanimación o estancia en el caso de cirugía mayor. Además de ofrecer las comodidades necesarias y servicios propios de un centro sanitario. Del mismo modo es importante que cuenten con la última tecnología y la formación debida para su uso.
Todo el equipo humano que nos va a atender deben ser profesionales y especialistas en la materia, desde el cirujano hasta el anestesista o los enfermeros. Además deben informarnos en todo momento, así como resolver cualquier tipo de duda que se nos planteé.
Salud, seguridad y estética
Desde Clínica Juvent insistimos en la necesidad de elegir la mejor clínica para la realización de cualquier tratamiento estético, desconfiando de aquellas que ofrecen ofertas y promociones especiales. La salud no es un juego y, por lo tanto, es necesario tomarla muy en serio. Porque no hay mejor precio que sentirse en las mejores manos profesionales.